20 de abril de 2014

JORGE BELLVER CASAÑA, HISTORIA DE UN TREPA




Jorge Bellver Casaña, en un reciente comunicado ha asegurado que (sic)  "la izquierda sólo aspira a colocar banderas inconstitucionales, banderas republicanas y a propagar la insumisión a las normas"......... "no entienden otra forma de actuar que el 'hago lo que quiero y como quiero', sin respetar la Constitución ni las normas que todos nos hemos dado como garantía de nuestro sistema democrático y de convivencia".

Bellver, de profesión político, es diputado por el Partido Popular en las Cortes Valencianas y además el "Sindic" del Grupo Popular en sustitución del incombustible Rafael Blasco desde su dimisión al estar encausado en un caso de corrupción, el llamado "Caso de la Cooperación". El tal Bellver, licenciado en Geografía e Historia, desde que tenia  22 años vive de la política, o mejor dicho de los cargos públicos que ha venido ocupando. Primero como concejal y regidor del pueblo donde nació y posteriormente bajo el ancho manto de la alcaldesa de Valencia como:

Asesor del Ayuntamiento de Valencia.
Concejal de Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Valencia.
Concejal de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Valencia.
Concejal de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Valencia.

cargos todos ellos obtenidos gracias al dedo divino de Rita Barberá y actualmente y desde el 2011 Diputado en las Cortes Valencianas por el Partido Popular, cargo que compaginó con la concejalía de Urbanismo.

También ha sido miembro de los consejos de administración del Puerto de Valencia, Plataforma Intermodal y Logística, Feria Valencia y Valencia Parque Central Alta Velocidad, en definitiva toda una vida cobrando de los presupuestos y sin ningún tipo de experiencia profesional, el clásico trepa dispuesto a todo con tal de conseguir poder y dinero desde que en su estrenada juventud se colgase el pin de Nuevas Generaciones del PP, organización de la cual fue presidente a los 22 años de edad.

En 2011 fue acusado de prevaricación urbanística por autorizar la construcción de un aparcamiento junto al histórico Jardín de Monforte sin solicitar el preceptivo informe del servicio de Patrimonio del Consejo de la Generalidad Valenciana y finalmente construido. La mesa de contratación del Ayuntamiento de Valencia presidida por Ramón Isidro el 17 de diciembre de 2002 decidió adjudicar el contrato del aparcamiento subterráneo que afecta a los Jardines de Monforte, un bien protegido, a una UTE (Unión Temporal de Empresas) de la que formaba parte una de las cinco empresas que la Fiscalía de Madrid considera vinculadas con la financiación irregular del PP: Enrique Ortiz e Hijos, Contratista de Obras, SA. Antes de conocerse la petición de la Fiscalía de Madrid de que el responsable de la mercantil declare como imputado en el sumario del caso Gürtel, ya el PSPV presentó en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJC) una denuncia contra él y otros cuatro empresarios, entre ellos un sobrino del vicepresidente Juan Cotino, por lo mismo. El TSJ archivó porque el tribunal madrileño que instruye el Gürtel ya lo estaba investigando. El precio de aquella adjudicación fue de 5.402.993,94 euros. 

Finalmente Bellver fue declarado inocente junto los cuatro funcionarios que también estaban acusados. El Fiscal les acusaba de omitir intencionadamente el informe de la Dirección General de Patrimonio, antes de autorizar las obras del aparcamiento, declarado Bien de Interés Cultural. La sentencia del TSJ de la Comunidad Valenciana estimaba que el Sr. Bellver se equivocó pero sin mala intención. Bien puede que la justicia no pueda considerar la equivocación como un delito, consideración más que discutible, pero desde luego si quedó probado que se equivocó en un tema tan delicado e importante y debería de haber sido cesado de forma fulminante, en su lugar se le colocó en las listas electorales de las autonómicas y se le mantuvo en la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento. borrón y cuenta nueva. Tanto Belllver como los otros acusados se libraron de cualquier responsabilidad por el 'hago lo que quiero y como quiero', sin respetar la Constitución ni las normas que todos nos hemos dado como garantía de nuestro sistema democrático y de convivencia"... "propagar la insumisión a las normas"  es decir por hacer lo mismo que él acusa de hacer a la izquierda española en general, pero en su caso con el dinero de todos. 

Desde su puesto como portavoz del PP también han sido varios los errores cometidos por Bellver que han provocado no pocos enfrentamiento entre los populares valencianos, como por ejemplo en el de la recogida de firmas para el indulto del exdiputado Pedro Hernández Mateo o la proposición no de ley para que la Real Academia Española (RAE) reconociera el valenciano como "idioma propio" y que situaba sus orígenes en el íbero, tema éste que provocó perplejidad no solo en las universidades, sino también en la Academia Valenciana de la Lengua (recordemos que Bellver es licenciado en Geografía e Historia). Unamos lo anterior a la desafección con Bellver de un buen número de diputados, quienes, por una lado, opinan que Bellver es un portavoz demasiado condicionado por otros miembros de la dirección mientras que por otro, sienten que no se está sacando rendimiento a la experiencia que tiene el resto del grupo parlamentario y entenderemos los motivos por los que este fiel discípulo de Rita Barberá arremete contra la izquierda española acusándola de no respetar la Constitución., de antidemocrática y de incitar a la insumisión de los ciudadanos, algo tiene que hacer para que alguien le aplauda aunque los aplausos sean exclusivamente viscerales y provenientes del ala dura del PP. Bellver necesita resurgir de sus cenizas y para él parece ser que cualquier medio es válido.

Benito Sacaluga









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